Estamos en, casi, ninguna parte... (A. Dolina)











sábado, 21 de junio de 2008

Pregunta...

Para los amigos que lo son, a pesar de que no tengo las respuestas.


8 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

No puedo responder preguntas ajenas
antes de poder contestar las propias.

Si el cuerpo es el reflejo del alma (casi siempre),
cómo puede éste iluminarse mientras la otra oscurece?
No, no, no.
Y la sombra?
No es más que la marca que un cuerpo iluminado
deja sobre algo, o alguien.
Y eso suelen lograrlo las almas luminosas, también.
Fundir cuerpo y alma y formar una imagen soñada?
Podemos ser lo que queramos,
inclusive esa imagen soñada.
Solo es cuestión de tiempo.
Pero al tiempo no se lo puede hurtar ni burlar.
Solo él es quien lleva el compás de nuestras vidas,
de nuestro cuerpo y nuestra alma.
Nosotros podemos disfrutarlo, aprovecharlo
agradecerle y pedirle que se ponga de nuestro lado,
mientras todavía lo tengamos en nosotros.
Porque si él no existiera, tampoco lo haríamos nosotros.
Ni cuerpo, ni alma, ni sombra, ni sueños.
Solo la nada.

Anónimo dijo...

No quiero respuestas a todas las preguntas.

Vivianne dijo...

Las palabras de este poeta me empequeñecen, seguro estamos de paso...como dicen algunos la vida nos espera, sólo estamos soñando en este minuto, preciosa la música, y el video editado por ti está maravilloso!!!

María dijo...

Érase una vez, una extraña maldición que urgía a los poseídos a responder automáticamente toda pregunta formulada en las cercanías.

-¿Qué hora es?
Y los labios malditos articulaban las coordenadas temporales precisas, incluso ante la firme negativa del portador.

-¿Cuánto es dos por dos?
-El equivalente a la raíz cuadrada de dieciséis- se escuchaba susurrar desde los rincones más obscuramente solitarios.

-¿Quién comparó el tiempo con un río?
-El sobrino del tío de Heráclito- gritaban desde la otra cuadra, inmediatamente antes de doblar la esquina.

Así las cosas, se acumulaban las consultas entre los fabricantes de pócimas y en el consultorio del pedicuro. Los condenados se debatían entre arrancarse la lengua con una tenaza o perder para siempre el respeto de los vendedores de pochoclo (ya se sabe que un silencio, una negativa, el sutil arte de la abstención son conductas aplaudidas en los más altos cenáculos).

Alguien preguntó una vez, como quien no quiere la cosa, cuál era la cura para semejante mal.

Una voz urgente respondió, desde la ventanilla de un tren que partía, algo que nadie alcanzó a escuchar.

Algunos dicen que, después de ese día, la maldición desapareció tan misteriosamente como había aparecido; la gente decente insiste con que la respuesta que nadie pudo escuchar era la clave misma del sortilegio.
Precisamente por eso.

Daniel Os dijo...

Insisto, y ya no desde mi anonimato de tres comentarios arriba (hacer sign in desde la compu de un niño de 10 años que toca piano y juega basket al mismo tiempo no es fácil), que no quiero respuestas a todas las preguntas.

Algunas respuestas son deliberadamente suicidas, mueren al convocar la necesaria e inmediata respuesta para cerrar todo tipo de interrogantes y anular la existencia de la duda: ¿Dónde para el 146?

Otras preguntas nacieron para ser preguntas, El descubrimiento de la respuesta es la ruptura de la magia, de la utopía exploradora, de la ambición de conocimiento, de la búsqueda de respuesta crucial. Encontrar el significado a la vida nos exime de la necesidad de vivir.

¿Soy menos anónimo ahora que firmo este mensaje?

Daniel Os

Adriana Lara dijo...

yo a partir de mi depresión aprendí que no hay que buscar las respuestas sólo mediante el raciocinio sino sintiendo y liberando emociones.

Steki dijo...

Yo aprendí a encontrar el para qué en lugar del por qué.
Es más difícil.
Pero cuando lo encontrás comprendés mucho más.
Está relindo tu blog, María bonita.
BACI, STEKI.

МДЯїЖД dijo...

Steki, yo estoy buscando el para que... Ya entendi que los porque no solo remiten al pasado... el para que seria la accion (segun mi humilde opinion)
Maria... Increibles fotos... el sur me puede... hacia mucho que no pasaba por aqui...

Marixa :)