Estamos en, casi, ninguna parte... (A. Dolina)











jueves, 22 de diciembre de 2011

Persistencias



Siempre me sorprende
la constancia desigual de algunas cosas
esas formas talladas en la nube,
por ejemplo,
ese brote de manos que migran al destierro.
Ese borde roto en el tiempo del después
o tu recuerdo que no es más
que un hueco frío en el que me olvidé de mí.

La silueta de aquel grito
que se me escurrió en la garganta
antes, mucho,
de que atinaras siquiera a escucharlo.

O la persistencia, si se quiere,
del silencio:
Un rumor oscuro que me llegó
desde el fondo de tu mirada
cuando ya no pude verme.

Y mientras persiste la inconstancia

de ese juego entre las nubes

recuerdo
algo indefinible que brota
en la miel amarga del desengaño
y se me atraganta en la piel del sueño
(un terreno donde aprendemos, sin saber
el oficio de la muerte:
la otra forma de decir adiós).