La voz en off, las bambalinas, el libreto con todo y didascalias, las máscaras, el traje azul y también el rojo, las tablas del escenario, el maquillaje.
Solo un montaje donde cuerpo y alma se tambalean, absurdos, en su pretensión de realidad.
Cualquiera sabe que lo único real es la cuenta del analista, dicen los que saben qué dice el libreto.