Estamos en, casi, ninguna parte... (A. Dolina)











miércoles, 23 de febrero de 2011

Demasiado tarde




¿Por qué volver ahora,

cuando la palabra aurora

se volvió de piedra,

secas, las ramas del alma?



¿Para qué las cartas,

la taza sobre el mantel,

el perdón, el después,

los pájaros tras la ventana?



¿No crees que es demasiado tarde

para cosechar hilos de miel

de entre las cenizas,

remontar miradas al alba,

o el abrazo urgente

antes del trueno?



Demasiado tarde si,
después del crepúsculo

no queda más nada,

que la implacable melodía

de la palabra desamor.