Estamos en, casi, ninguna parte... (A. Dolina)











viernes, 9 de enero de 2009

Transparencia

El árbol, el pájaro, la nube.
Todo se refleja en la superficie nítida de una lágrima.
Todo a través de su cristal inobjetable.

El cielo que muere,
la pisada que se hunde... se hunde en el fondo del alma.
Todo se refleja en su limpidez infinita.

Un amanecer desgarrado
que decidió quedarse para siempre habitando la piel del dolor.
Todo se refleja en su verdad de hielo y sal.

Todo en una lágrima que huye descarriada
todo en su mortal y efímero camino
todo en su cauce inapelable.

Pero, más allá de las palabras,
más acá del silencio endemoniado que taladra los oídos,
se refleja una silueta recortada.
Allí la ausencia grita desolada
las letras de tu nombre.