Estamos en, casi, ninguna parte... (A. Dolina)











sábado, 5 de septiembre de 2009

Fotos veladas

Más allá de las consideraciones de valor artístico, que tienen la irrefrenable costumbre de ser discutibles del derecho y del revés, este sitio con ánimo de diario de viaje, decide hoy que sonidos y ritmos poco usuales envuelvan el azul, aunque más no sea para entibiarlo.

Una letra, un ritmo adormecedor, pueden ser el mantra que alivie el paso cuando el camino se ha perdido en latitudes hostiles y sólo se avanza con la secreta esperanza de encontrar la frontera de lo incierto.

Cuando se abriga el deseo de que todo no haya sido más que un mal sueño. Un mareo.




El mareo (Cerati & Bajofondo Tango Club)


Avanzo y escribo
Decido un camino
Las ganas que quedan se marchan con vos
Se apaga el deseo
Ya no me entreveo
Y hablar es lo que se me da mejor

Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar

El aire me ciega, hay vidrio en la arena
Ya no me da pena, dejarte un adiós
Así son las cosas, amargas borrosas
Son fotos veladas de un tiempo mejor

Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar

El aire me ciega, hay vidrio en la arena
Ya no me da pena, dejarte un adiós
Así son las cosas, amargas borrosas
Son fotos veladas de un tiempo mejor

Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Sé que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar





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1 comentario:

Daniel Os dijo...

Así son las cosas; amargas, borrosas. Son fotos aún no tomadas de un tiempo mejor, porque los buenos tiempos y los buenos recuerdos no son lo mismo. No es posible recordar el futuro como no es posible considerar superior a lo irrevivible. Que tan sólo incluya la promesa de que ya no ocurrirá le quita el encanto de la expectativa, la ilusión y el prepararse para el advenimiento.

Por naturaleza los buenos tiempos son los que vienen.
D.